Decididamente los americanos están hechos de otra pasta, mas concretamente de la pasta… gansa. A poquito que uno observé se fija que aquí lo del dinero pasa a ser casi una devoción.
Y aunque ya se que que generalizar sobre una nación de tropecientos millones de personas es muy arriesgado ( vale, sí , el dato no es que me quede muy científico, tendría que haber entrado al wikipedia para averiguar exactamente la cantidad de gente que vive aquí, pero, buff como que me da pereza y además me parece que la palabra “tropecientos” es muy simpática. Ah, Y sobre lo de generalizar, bueno, si pueden hacerlo alegremente los sociólogos o los astrólogos con su “ hoy los Capricornio tienen que tener especial cuidado con sus inversiones , o su esternón, ya que tiene la luna entrando en Cancer”, ¿Por qué no voy a poderlo hacer yo en mi blog, que además no lee casi nadie? ) … pero hay algo con relación al dinero, que se parece a una obligación nacional, un obsesión inherente a esta gente.
Ya sé que es feo criticar a un país que me ha acogido, porque además critico aquello a lo que he venido buscando, que si no es el dinero en concreto, si es aprovecharme de él para conseguir éxito y avance profesional.
Pero joe, da penilla, ver como debajo de esa búsqueda del millón de dólares no hay mas que… eso mismo; la búsqueda del millón de dólares. Ah, y además preferiblemente hay que conseguirlo joven.
A uno le da en la nariz ( bueno, aquí juego con ventaja, que esto mismo me lo han dicho dos americanos bastantes asqueados que cuando ha llegado la crisis se han dado cuenta de lo absurdo de su manera de vivir) que no lo hacen tan solo por encontrar comodidades y seguridad, sino que es simplemente ,para tener mas que el vecino… y punto pelota.
Pero lo malo no es eso, lo peor es que el resto del mundo hemos ido, embobados por las lucecitas de colores que vía cine y televisión nos mostraba, tirando con este pais de referente, y hombre, aunque yo no soy demasiado catastrofista, hay que reconocer que es muy fácil decir lo de “ así nos va”.
Es como si le hubiéramos dado la vara de guía de nuestro planeta ( ahora se llama actual civilización ) a un chaval de diecisiete años, fanfarrón ,prepotente y encantado de haberse conocido ( como a menudo, corresponde a esa edad ) , que solo se preocupa de conseguir el dinero para la moto para A: fardar delante del resto de la pandilla, B; conseguir a la guapa de la disco.
Mira tú por donde, justo ahora le doy forma concreta de lo que me rondaba en la cabeza, que es como veo yo a este país como país; como un adolescente.
Yo creo que por eso, en esos estados de ahí en medio, con nombres tan pintoresco como Iowa , Kentucky o Dakota ( que es escribirlo y parece que notas como te crece el sobrero vaquero en tu cabeza ) , hay tantísimo fanático religioso cristiano ( algo así como los talibanes pero sin burka ni kalasnikov y si con una casa con porche donde tomar té helado al atardecer y… un revolver colt ) , como si fuera una manera de compensar estadísticamente y a lo burro, tanto vacío espiritual con eso de ganar dinero ( no, digámoslo mejor: ganar “mucho” dinero ) como gran meta en la vida.
Tampoco me extraña, que todos esos libros de autoayuda y de búsqueda de sentido salgan de este país. Porque hombre, al final, lo quieras o no, el dinero está fenómeno ( que yo ahora no voy de santón indú ) pero SOLO dinero la felicidad no te la asegura.
Y claro, en la única nación donde en su constitución dice que ( mas o menos ) todo ciudadano tiene derecho a la felicidad, mas de uno o de unos cuantos millones ,notarán que algo mal está haciendo como sociedad.
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